9.5.07

Beethoven: a 183 años del estreno de la Novena Sinfonía


(El compositor de Bonn. Recurso: www.realityshirts.com)

Un 7 de mayo, de 1824, la ciudad de Viena fue centro de miradas y punto de interés para centenas de pares de oídos.

Ese día, tras seis años de duro trabajo y prácticamente sin poder escuchar absolutamente nada, Ludwig van Beethoven pudo presentar la que sería su Novena Sinfonía, conocidal igualmente como la Coral.

Para quienes no somos especialistas en música clásica, en este caso del periodo romántico, saber un poco de la obra que se recordó antier es algo interesante y grato. Es buena ocasión para aprender que originalmente ese trabajo le fue comisionado al músico alemán por la Society of London, organismo que se convertiría después en la Royal Philarmonic Society.

Algunos sabíamos ya que la parte vocal incorpora una parte del poema 'Oda a la alegría', del paisano de Beethoven y escritor Friedrich Schiller.

Lo que redescubrimos es que la música de la Novena Sinfonía es usada como hinmo oficial de ese organismo que en lo personal admiro mucho, la Unión Europea, 27 países enlazados por razones de conveniencia, de economía, de fronteras abiertas e intercambio intenso de productos culturales y bienes materiales.

Con el uso de coros y de solistas en la última parte de esta obra, entiendo que el compositor alemán fue de los primeros en colocar al mismo nivel las voces humanas y los instrumentos en esta pieza.

Fuerza, conmoción, arrebato, emoción y armonía humanizadas: eso es lo que creo que nos ofrece tan impactante obra. Sin ser una autoridad, qué bueno fuera, me parece que mucha gente, si quisiera, podríamos incorporar a nuestras listas musicales, de cuando en cuando, obras maestras en toda la extensión de la palabra como la 'Coral' del buen Ludwig.

Viena, mayo de 1824: al final de la ejecución musical, de orquesta y coros que no fueron escuchados por la sordera del músico germano, la audiencia ovacionó de pie en cinco ocasiones al director, el propio Beethoven. ¡Cuánta frustración por no poder escuchar, pero al menos hubo un poco de perceptible reconocimiento para el de Bonn!

Ah, y para acercarnos un poco más a las emociones de un hombre plenamente lleno de ellas, algunas en sus fases más cristalinas y otras en las que rozaban el fango --humano y genio, a fin de cuentas--, Gary Oldman en Amada inmortal (1994) y Ed Harris en Copiar a Beethoven (2006) encarnan en películas a este maestro de la música occidental.