24.1.07

Aprender de Kapuscinski


El fallecido periodista y escritor, de quien se sabe que cubrió 12 frentes de guerra (recurso: El País.com)


"Para ser periodista hay que ser buena persona ante todo".
Ryszard Kapuscinski


LA HISTORIA QUE SIRVE

Me molesta mucho que algunas personas sigan pensando que la historia es un accesorio inútil, una materia desechable que debería ser suprimida de los planes de estudios, un tema del que sólo algunos 'matados'/nerds/ratones de biblioteca/nuevos cultos son capaces de ocuparse.

Qué más quisiera yo haberme enterado antes de las, por lo poco que sé, numerosas enseñanzas del fallecido periodista y hombre de letras polaco Ryszard Kapuscinski. Al menos, quizá por el referente que supone para su gremio, decenas de espacios noticiosos en el centro de México se han ocupado de dar cuenta, breve pero presente, de la trayectoria del autor de obras como Ébano, Imperio, y Los cinco sentidos del periodista.

A fin de cuentas, lo que este reputado autor ha hecho durante años es compilar los hechos e ideas que ha vivido en Äfrica, en Europa, y nos lega en sus textos pedazos de historia, para que los analicemos, para que no los olvidemos, para que no sólo sean un cúmulo de datos con los cuales poder impresionar a alguien.

Kapuscinski deberá, para quien lo desee hacer (ése es mi caso), ser leído y meditado por cuanto hace a su vasta obra, y a ser, al parecer por méritos bien ganados y no artificialmente adquiridos, el autor polaco más traducido y publicado fuera de su tierra.

Sin duda es reveladora la sencilla pero contundente frase que rescatan algunos medios de información acerca de este reportero: "Para ser periodista hay que ser buena persona ante todo".

En esta etapa del mundo occidental que vivimos, en que cada persona hace de su vida un papalote, o un papelón o una veleta, y el relativismo es casi divisa universal, ¡es conveniente recordar que para ser periodista, o para ser amigo, colega, pareja, y ciudadano con derechos y obligaciones -no para ser ciudadano latinoamericano, que muy bien exige pero que le pesa aceptar su responsabilidad y sus deberes- HAY QUE SER UNA BUENA PERSONA.

Un cínico o cínica -el género no es barrera-, entendido como alguien que desprecia al 100 por ciento el sentir de los demás, que pone una barrera más alta que la cordillera de los Himalaya ante su mente y su cuerpo con respecto al resto de la gente, no sea que lo o la vayan a agredir; y que da la mayor la ligereza a sus acciones, creo que no sirve para llevar adelante un buen trabajo, una buena relación, y menos para llevar a un mejor estado a su país, a su ciudad, y para no ir tan lejos, a su propia familia.